Wednesday, July 27, 2005

Vistazo a los Raudales de Atures

Uno de los más coloridos, heterogéneos y seductores recorridos de todo el país llega a la esquina oriental de Colombia en El Vichada, después 1.000 kilómetros y dos días.





Aún hoy llegar a orillas del Río Orinoco por tierra es un episodio digno de aventureros, pero visitar los raudales de Atures, los más anchos del planeta, es un privilegio de pocos. Aquí le decimos cómo llegar.

El Río Orinoco con sus 2.140 Km de longitud, no ha dejado de sorprender desde que Vicente Yañez Pinzón lo descubrió en el año 1500 y luego de que Diego de Ordaz lo remontara en 1531. El vigoroso río, el más importante de Venezuela y tercero más caudaloso del mundo, esta formado por la alianza de las aguas de más de 700 ríos, 104 de los cuales lo hacen de manera directa, repartidos casi por igual entre sus márgenes izquierda y derecha.
Colombia comparte un trayecto del río en el Alto y Medio Orinoco, aportando importantes tributarios como los ríos Guaviare, Meta, Arauca y Vichada, entre otros. Es precisamente la riqueza y variedad de los paisajes que se cruzan para llegar a este destino lo que hace de este recorrido uno de los más coloridos, heterogéneos y seductores de todo el país.

El recorrido esta marcado por las inmensas praderas de los departamentos de El Meta y El Vichada, por los inmortales caminos de tierra que parecen perderse más allá del horizonte, por el olor a ganado, por la estampa del vaquero de pies desnudos, por los morichales que se despliegan caprichosos en las sabanas, por los caños de aguas pardas, negras o cristalinas y por los vivos amaneceres naranja que indican irrefutablemente que se está en las entrañas del oriente colombiano.

Un camino que dista de ser el que siglos atrás vio padecer a los hombres de la Conquista y la Colonia en busca de El Dorado. Hombres que se internaron por llanuras y serranías habitadas originalmente por indígenas piapocos, sálivas, guahibos o sikuanis, achaguas, chiricoas, guamos y yaruros. Muchas de estas tierras hoy son haciendas ganaderas, con sus potros, vacas y a veces búfalos, otras están cultivadas con arroz, soya o maíz. Y también es frecuente verlas con cultivos de palma africana, pino o caucho y los tradicionales cultivos de abasto como yuca o plátano.

La riqueza faunística con la que la naturaleza privilegió a esta parte de la Orinoquía colombiana y que ha sido inspiración para leyendas y canciones, se manifiesta en forma de garzas, alcaravanes, águilas, chiguiros, dantas, venados, osos hormigueros, felinos, peces y muchos otros que con seguridad se podrán observar en este recorrido, amén de la variedad de plantas y árboles, como el búcaro o písamo de flores rojas o el aranguaney de flores amarillas que adornan el paisaje.
Después de atravesar los departamentos de El Meta y El Vichada, al final de la carretera se encuentra Puerto Carreño, la ciudad más importante en el extremo oriental de Colombia, tierra con alma llanera donde el río Meta vierte sus aguas al río Orinoco, y que está cercada por los afloramientos rocosos del Escudo Guyanés, que le conceden digna belleza paisajística. Aquí los lugares más frecuentados son las playas de los ríos Orinoco y Bita (paraíso de pescadores), los cerros del Bita y La Bandera, la cueva de Arévalo y las piedras de Custodio. Y por supuesto es el lobby de los famosos raudales de Atures cerca de Casualito donde el Orinoco se convierte en una bella sucesión de islas de piedra y cascadas. Más arriba se forman los raudales de Maipures, que von Humboldt llamó la octava maravilla del mundo y que obligaron al misionero a regresar al lado de la indiecita Mapiripana en La Vorágine.
El recorrido
La ruta empieza en la carretera de salida al Llano que de Bogotá conduce a Villavicencio (82 Km) tramo pavimentado y en buenas condiciones. De Villavicencio se toma la salida a Puerto López y Puerto Gaitán, un tramo de 193 Km. El tramo a Puerto López está perfectamente pavimentado y señalizado, de allí en adelante la carretera está en muy malas condiciones y los últimos 26 Km están destapados.

De Puerto Gaitán se sigue hasta Carimagua (103 Km), pasando por San Pedro de Arimena. Este es buen punto para pernoctar, pues hay buen alojamiento y comida. Hasta aquí son 378 Km desde Bogotá o puede continuar hasta La Primavera. Todo este tramo y hasta unos cuantos kilómetros antes de Puerto Carreño es carretera destapada y caminos sobre sabana, donde es fácil perderse, razón por la cual solo debe transitar durante el día y de preferencia con un buen mapa y brújula, pues la señalización en adelante es casi inexistente.

De Carimagua se continua hasta La Primavera (155 Km), pasando por Guacacias. Luego de la Primarera a Pueblo Nuevo (82 Km), pasando por El Tigre, y finalmente de aquí a Puerto Carreño, un tramo de 337 Km, pasando por La Culebra.

Aunque desde Carreño se podría continuar por carretera, lo mejor, es continuar por el río Orinoco en lancha. La “linea” lo llevará en una hora a Casualito por $ 15.000 /persona.

Una vez en Casualito hay dos posibilidades para alcanzar el destino final: una es cruzar el río en la “lancha pasera” que cada 10 minutos atraviesa a la población venezolana de Puerto Ayacucho, en la otra orilla. Aquí, después del respectivo registro con las autoridades venezolanas se puede encontrar una compañía de turismo que lo llevará a los espectaculares raudales de Atures en botes de rafting. El recorrido es por tierra durante 30 minutos hacia el sur, hasta un lugar llamado Montaña Fría, que pasa por el monumento natural Piedra La Tortuga. Desde allí se inicia el recorrido por el río, luego de unos veinte minutos en dirección norte estará descendiendo por los rápidos de Palo Mazón, Yavariven, Viboral y Zamuro.


La otra alternativa es alquilar una lancha o un bongo en Casualito, para remontar el río y acercarse a los raudales desde el norte. Aunque esta opción es mucho más rápida que entrar a territorio venezolano, hay que tener en cuenta que estas embarcaciones no están diseñadas para atravesar los rápidos, ni ofrecen todas las condiciones de seguridad.